Una
persona promedio, gasta gran parte de sus ingresos en alimentos,
salud, y gastos de vivienda.
Casualmente
en Argentina, gran parte de esos rubros se encuentran manejados por
unas pocas empresas o entes públicos.
Respecto
de los alimentos:
La
gran queja es que el productor del alimento cobra poco y el
consumidor paga mucho.
Las
soluciones mágicas de los gobiernos poniendo precios máximos, o
cuidados o como se llamen, siempre implicó una menor oferta de
bienes y una persistencia en el problema.
Nunca
se atacó la falta de competencia en el sector que acumula la
rentabilidad. Hay básicamente 3 conjuntos económicos que manejan el
sector (Jumbo-Disco-Vea, Coto, y Carrefour).
Estas
empresas, ganan mucho, pero ese no es el problema, sino que ganan
mucho más QUE EN OTROS PAÍSES por negocios similares y eso indica
el aprovechamiento de un mercado débil.
Entonces,
tenemos un problema identificado claramente:
“los
intermediarios de alimentos, encarecen el consumo de toda la
población”
También
tenemos la prioridad medianamente clara…. el consumidor por sobre
la multinacional. Pero no por una cuestión socialista o populista,
sino absolutamente capitalista… el dinero del consumidor se volcará
en mayor cantidad de bienes dentro de la misma economía, mientras
que los dividendos de las multinacionales se destinarán a consumo en
otros países (residencia de los destinatarios finales de los
beneficios. Demás está decir que no gastan en Argentina).
Entonces,
el Gobierno debe ocuparse de que exista:
a)
una real competencia que provoque la baja general de los precios
b)
una mayor oferta o simplificación de intermediarios que provoque esa
competencia
c)
o diseñar una política de corrección temporal que no impacte en
los precios
En
mi opinión, debe hacer todo, pero los primeros serían objetivos de
largo plazo mientras que el tercero debe remediarse inmediatamente.
Una
posible alternativa sería limitar la utilidad marginal de las
empresas vía impuestos progresivos.
Si
un supermercado gana en el mundo 1,5%, que pague 25% de impuesto. Si
su utilidad se eleva a 4% como en Argentina, debería pagar una tasa
mucho mayor, para que el objetivo sea vender más (mayores ganancias
en sentido absoluto) y no más caro (mayores ganancias
proporcionales).
En
materia de salud:
Conviven
al menos 3 sistemas:
-
La salud pública, gran parte del gasto social y del presupuesto.
-
Las obras sociales, sabidos bolsones de ingresos para sindicatos, que nadie revisa.
-
Las prepagas, que cobran valores que ningún privado abonaría si no estuvieran licuados en la cuota mensual.
El
sistema de salud es tremendamente caro. Los profesionales de la salud
ganan relativamente menos que los no profesionales, y además no hay
obras de infraestructura importantes.
No
podría decirles que porcentaje del gasto es medicamentos, estudios,
estructura y personal, pero es evidente que los medicamentos y
estudios tienen una oferta mucho más concentrada que el resto.
Los
laboratorios ganan mucho más que en otros países, también por su
oferta concentrada.
Con
un agravante, los precios son ficticios e incomparables.
Si
se le vende al Estado se vende a un precio, a las obras sociales a
otro, a los particulares a otro, manejado por la falsa política de
descuentos.
En
España un amoxidal 500 por 10 comprimidos cuesta aproximadamente
1,18 euros por comprimido… a valores de hoy unos $30.
En
Argentina el amoxidal 500 por 10 cuesta unos $100.
Supongamos
que al Estado le hacen el 70% de descuento y a las prepagas el 40%….
El precio es falso.
El
precio está inflado en relación a la utilidad marginal de otros
países.
Calculo
que lo mismo debemos sufrir con los estudios médicos y la hotelería
en las clínicas privadas.
Estos
sobreprecios en todos los gastos, más el descontrol propio de
recetar cosas que aparentemente nadie paga, hace que tengamos una
salud carísima y laboratorios y clínicas ricas.
En
el pasado se quiso combatir esto de la peor forma, y es abriendo el
juego a medicamentos genéricos (lo cual es bueno), pero sin ningún
control de calidad y estudios serios sobre los mismos.
Para
ello propongo que todo lo que se provea al Estado, se lo realice con
una política de costos abiertos, y que las licitaciones (luego de
ser equivalentes en lo técnico y funcional), se ganen por menor
margen de utilidad y no por precio o descuento.
Una
vez que tengamos el precio de referencia de venta del medicamento o
estudio al Estado, podremos comparar realmente a cuánto se le vende
a los particulares.
Por
último, el costo de adquisición, mantenimiento y transferencia de
bienes, en especial la vivienda:
Los
bienes inmuebles y muebles registrables (viviendas y vehículos),
tienen la característica de no ser ocultables, dado que deben estar
inscriptos en un registro.
Es
por ello, que los gobiernos suelen tratar de atrapar la riqueza
oculta en dichos bienes castigandolos en todo momento posible.
La
adquisición de una vivienda tiene un costo en la mera transferencia
de aproximadamente el 10% de su valor y a partir del segundo inmueble
se incrementará el próximo año con el impuesto a la inflación en
dólares que acaban de sancionar.
En
otros países, ese costo puede oscilar entre el 0,5% y el 3%.
Más
claramente, en un monoambiente de U$S 80.000.- el comprador tiene que
pagar a valores de hoy $ 155.000.- en “trámites” que no puede
esquivar de ninguna manera. El valor de 10 sueldos promedio, o de un
auto, cuando en otros países pagaría menos de $10.000.-
Las
inmobiliarias y escribanos se dolarizaron sus ingresos en 2003,
cuando el trabajo o servicio personal sigue siendo el mismo y sujeto
a los costos en pesos de la propia economía y además negrean todo
lo que pueden (también es por eso que hubo una explosión de
inmobiliarias entre 2006 y 2011).
Los
impuestos subieron proporcionalmente y en dólares. Subieron los
precios de los inmuebles con la inflación y con el dólar y además
los impuestos subieron sus alícuotas.
En
el mantenimiento pasa algo similar, los impuestos a la propiedad y a
la renta, absorben la utilidad real, sumado a los riesgos de
incobrabilidad y a los tiempos de la justicia para desalojos, la
utilidad es prácticamente negativa para los mortales.
Las
excepciones son claramente las grandes empresas de renta inmobiliaria
y los que negrean.
La
propiedad tiene que ser un gran negocio para cualquiera, incluso
pagando impuestos, porque es el mayor desarrollador de valor de
activos en el país y además tiene efecto multiplicador sobre otros
rubros.
Lejos
de bajar los costos de construcción (monopóleos de cementeras,
hierros y mayoristas de construcción -easy, blaistein etc),
adquisición, y renta de los inmuebles… el Gobierno los sube,
tratando de captar en el destino final… riqueza generada por
actividades que no tributan en su debido momento. Esto no
funciona y sólo encarece el sistema.
Ya
me propuse alguna solución o paliativo a esto, e incluso se lo envié
a varios legisladores y políticos, y nada…
http://algobierno.blogspot.com.ar/2017/07/el-problema-de-la-vivienda-y-una.html
Espero
que en este 2018, alguien se ilumine y empiece a trabajar para
aliviar a la gente de clase media que banca todo el circo político y
de gasto social que sostiene al país.
Tal vez alguien escucha...
ResponderBorrarhttp://algobierno.blogspot.com.ar/2017/12/para-cuando-algun-alivio-la-clase-media.html
https://www.infobae.com/economia/2018/02/16/mauricio-macri-contra-los-laboratorios-una-batalla-inesperada-y-de-alto-riesgo/
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