Democracia es el gobierno de todos, pero realmente nunca lo fue.
Los griegos no les daban participación a “todos” en las
decisiones de gobierno, y las democracias actuales tampoco. Por lo
menos no la nuestra.
La realidad es que algunos pocos toman decisiones importantes y
muy difícilmente pensando en el bien de todos, muchas veces pensando
sólo en el bien propio.
En verdad, tratamos de justificar las malas decisiones de esos
pocos (malas para todos nosotros) con el respaldo -una vez cada
tanto- del voto popular, entendiendo popular como “cualquier
sujeto” independientemente de que entienda o no lo que hace. Y con
ello además, desparramamos la culpa entre todos. (mejor ejemplo…
https://www.youtube.com/watch?v=sSt2Gdsov1E
)
Ahora bien, todos podemos gobernar o tomar decisiones? En este
momento de la historia tal vez sí. Si todos los empadronados
tuvieran una aplicación para votar las normas que los rigen, cuál
sería el problema? El obstáculo técnico de la democracia directa
se ha superado.
El problema es que las mayorías no garantizan el bien para todos
y mucho menos el bien individual. A quién no le grabaron a fuego que
si todos se tiran al río, vos no te tenes que tirar? O que un montón
de moscas comiendo caca, no la transforman en algo deseable para que
coma la mayoría.
No basta con elegir a tientas, sino que hay que estar preparado
para elegir. El primer paso es que hay que establecer qué es lo que
queremos como resultado para todos (digamos la forma en la que
queremos vivir), y luego buscar a las mejores personas para realizar
ese objetivo. (vos vas con un pintor para que te saque una muela?)
En un país o en una ciudad, no todo el mundo entiende por qué
sería conveniente subir un impuesto o bajar un gasto (o viceversa),
no todos pueden saber de todos los temas. Entonces, creamos la figura
de los representantes... personas cuyo trabajo es “entender” y
“explicar”. Tanto a sus representados, como las ideas de otros
representantes, e intentar tomar decisiones más informadas para
llegar al resultado deseado por todos.
Ahora bien, cuando como sociedad fijamos los requisitos de
nuestros representantes, fuimos muy poco exigentes (mayor de edad,
argentino y poco más…), con la idea romántica de que cualquier
iluminado hijo de carpintero llamado jesús podría nacer un día en
Argentina y salvarnos, y no tendría que tener un limitante para
acceder al cargo.
Para hacerla corta, en qué terminamos? Un montón de tipos que no
entienden lo que votan… y que no explican lo que hacen ni por qué
lo hacen y mucho menos la correlación entre sus acciones y el bien
de todos (podría entonces ser un gobierno de mayorías, por
democracia directa...). Si no me crees, tomate el laburo de leer una
transcripción de un debate parlamentario de cualquier ley y decime
si el debate es constructivo, y si después de leerlo todo, entendés
por qué votaron lo que votaron.
De hecho los debates, pasan por tratar de convencer a la mayoría
que los vota una vez cada tanto, de que son menos peores (que ahora
estamos peor que antes, y mañana cuando sean mayoría vamos a estar
menos peor que hoy).
Entonces, no elegimos los representantes que queremos, sino que
nos limitamos a elegir lo menos peor,… casi siempre por falta de
oferta. Es como si en el mercado sólo vendieran pastillas de moco y
bocaditos de flema, y tuvieramos que comprar y comer alguno de los
dos para sobrevivir.
La democracia es el menos peor de los sistemas, y elegimos lo que
nos parece menos peor… qué podemos hacer?
Algunos quieren abolir el sistema, creando un partido del sistema
y ocupando un cargo en el sistema. Otros quieren el gobierno de
mayorías a cualquier costo… así algún día tal vez debamos
tirarnos a un río o comer caca.
Mi intención es mejorar el sistema, llegar a las personas del
sistema que sientan que estas críticas no les aplican, y que entre
ellos y los que lean este blog podamos aportar ideas y también
ayudar a ponerlas en práctica.

http://info.iadb.org/transformacion-digital-2017?submissionGuid=983e71cc-627c-45a8-a232-e9a939db3184#book1
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